es luz, y en él no hay oscuridad alguna.” Utilizando los opuestos binarios de luz y oscuridad extraídos de la naturaleza, la declaración invoca un dualismo conceptual que caracteriza el pensamiento juanino y que se tratará a lo largo de 1 Juan. (Ver “En profundidad: El marco dualista juanino” más abajo.) La luz es una metáfora adecuada para Dios, porque es la primera propiedad fundamental del universo creado por Dios (Gn 1:1), permite la vida y la sustenta, hace que la vida sea mucho más agradable